Siempre quise decirte lo que me haces sentir, finalmente he decido escribirte una carta sin importar que nunca puedas leerla.
Cuando me siento perdido tu siempre me muestras el camino, rozas mi piel suavemente y retomo el aliento que la tristeza me arrebató, me dices dulcemente al oído que debo vivir y me das paz. Sinceramente siento que eres la única que me podría hacer llorar, pero no de tristeza, sino como purga del alma, una limpieza interior capaz de dejarme de rodillas respirando hondamente mientras pienso en todos los errores que cometí y sigo cometiendo.
Eres muy especial para mí, me ayudas a tomar grandes decisiones y a corregir muchas de mis actitudes, estimulas mi reflexión, aunque a veces no siga las sabias respuestas que me ayudas a encontrar.
Las caricias más hermosas que recibí fueron siempre las tuyas, llenas de amor y afecto. No puedo concebir la idea de no poder tocarte, tenerte, abrazarte y sobretodo besarte con ternura, la ternura que tu siempre me brindaste y yo nunca podré devolverte dulce niña de mis noches tristes.
Realmente te agradezco que siempre cuides de mí sin importar como me comporte, como piense, o con que ánimo me encuentre. El hecho de que no pueda tenerte es algo que en algunos momentos me duele pero no lo suficiente para no confesarte que te amo profundamente, por supuesto no de la manera tradicional, pero eso que siento hacia ti definitivamente es amor. Te juro que siempre serás mi gran compañera en la vida y aunque me case siempre te abriré mis ventanas para que vengas a mí, para que me recuerdes que siempre voy a ser protegido.
Guardaré estas líneas en mi memoria para que tal vez puedas leerlas cuando me convierta en polvo y me lleves a recorrer los cielos. Espero que así puedas saber que el vínculo que tenemos, que tu creaste hace algunos años atrás mientras yo miraba por la ventana tristemente con ganas de terminar mi vida, no se ha roto ni se romperá jamás .
GUSTAVO
la verdad que me re gustó!! ; )
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